Yo duermo, pero mi
corazón vela:
Oigo a mi amado que
golpea.
“¡Ábreme, hermana
mía, mi amada,
Paloma mía, mi
preciosa!
Porque mi cabeza está
empapada por el rocío
Y mi cabellera por la
humedad de la noche”.
“Ya me quité la
túnica,
¿Cómo voy a ponérmela
de nuevo?
Ya me lavé los pies
¿Cómo voy a ensuciármelos?”
Mi amado pasó la mano
por la abertura de la puerta,
y se estremecieron
mis entrañas.
Me levanté para
abrirle a mi amado,
Y mis manos
destilaron mirra,
Fluyó mirra de mis
dedos,
Por el pasador de la
cerradura.
Yo misma le abrí a mi
amado,
Pero él ya había
desaparecido.
¡El alma se me fue
detrás de él!
¡Lo busqué, y no
lo encontré
Lo llamé y no me
respondió!
¿Qué tiene tu amado más que otros,
¿Qué tiene tu amado más que otros,
Tú, la más hermosa de
las mujeres?
¿Qué tiene tu amado
más que los otros
Para que nos conjures
de esa manera?
Mi amado es apuesto y
sonrosado,
Se distingue entre
diez mil.
Su cabeza es un
lingote de oro puro,
Sus cabellos son
ramas de palmera,
Negros como un
cuervo.
Sus ojos son dos
palomas
Junto a una corriente
de agua,
Que se bañan en leche
Y se posan sobre un
estanque.
Sus mejillas son canteros
perfumados,
Almácigos de hierbas
aromáticas.
Sus labios son lirios
Que destilan mirra
pura.
Sus manos, brazaletes
de oro,
Adornados con piedras
de Tarsis.
Su vientre, un bloque
de marfil,
Todo incrustado de
zafiros.
Sus piernas, columnas
de alabastro,
Asentadas sobre bases
de oro puro.
Su aspecto es como el
Líbano,
Esbelto como los
cedros.
Su paladar rebosa
dulzura
Y todo en él es una
delicia.
Así es mi amado, así
es mi amigo,
Hijas de Jerusalén.
En este texto lo que más aparecen como podemos ver son
metáforas.
El texto trata sobre un amado que va a ver a su amada, pero
cuando esta le quiere abrir ya no está, la amada empieza a decir que es lo que
tiene su amado que no tienen los otros hombres.
En el texto hace muchas preguntas y es muy descriptivo,
tiene una polifonía textual, esto quiere decir que aparecen varias voces.
Ejercicio hecho por Cristina.
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