Hace algunos días en clase empezamos con los clásicos decimonónicos como “Frankenstein” de Mary Shelley y “El retrato de Dorian Gray” de Oscar Wilde. Dentro de este último se encuentra un corto pero brillantísimo prólogo en el que Wilde reflexiona sobre la función del Arte de su época y el papel del artista. Inteligentes palabras que creo que no han perdido vigencia alguna a pesar de los casi 125 años que han pasado desde que fueron escritas.
A continuación os dejo algunas de la frases que más me han llamado la atención:
El artista es el dios de cosas bellas.
Mostrar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte.
Mostrar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte.
Todo arte es, a la vez, superficie y símbolo.
Todo arte es completamente inútil.
No hay libros
morales o inmorales. Sólo hay libros bien o mal escritos, nada más.
El artista puede
expresarlo todo
Aquí podéis ver la
visión esteticista que Oscar Wilde mantenía. El movimiento esteticista
reacciona contra el pensamiento utilitarista y positivista de la época, así
como a la fealdad del mundo mecanizado de la era industrial. Tal y como dice
Wilde en el prefacio “el artista es el creador de cosas bellas”, deja clara su
reacción al imperio de la razón y las máquinas.
Sin embargo, la
idea que tiene el autor sobre la belleza está exenta de toda moralidad: “no hay
libros morales o inmorales. Sólo hay libros bien o mal escritos, nada más”. La
belleza, para él, no entiende de moral o utilitarismo, sólo existe para ser
reconocida por lo que es, y sólo los “cultivados” son los que tienen esta
capacidad. Esta visión de arte puede sonar un tanto elitista, pero también
servía para realizar un pulso a los moralistas o a los racionalistas que
pensaban que la ciencia tenía la responsabilidad de proporcionar los elementos
de juicio necesarios para apreciar el arte.
Oscar Wilde |
Personalmente, me
encuentro en el lado opuesto a la visión de Oscar Wilde. Para mí, el arte es
una forma de expresión como no hay otra igual. A través de él, y sin apenas
tener que pronunciar una sola palabra, transmites a tu público todo lo que
estés sintiendo en ese momento. Yo solo puedo hablar desde la perspectiva de la
danza, puesto que es la que conozco. Por tanto, a mi parecer el arte hay que
valorarlo por lo que al espectador le está transmitiendo lo que ve, por el
mensaje que el bailarín pretende está dando. Y es que la magia del arte es que
se trata de una vía de expresión plena, (y digo plena porque hay veces que no
tenemos palabras para expresarnos y necesitamos echar mano del arte,
manifestarnos artísticamente) que no es comparable con nada material que
tengamos, es simplemente algo subjetivo que cada ser va a sentir de una manera
distinta y por tanto transmitir distinto también. El arte es simplemente algo
maravilloso, genuino, algo esencial en nosotros, porque, ahora yo os pregunto,
¿podríamos vivir sin arte?
No hay comentarios:
Publicar un comentario