domingo, 5 de febrero de 2017

FRANKENSTEIN

Isabel Torres
Hablemos ahora del monstruo creado por el doctor Frankenstein, creado a su vez por Mary Shelley. 
Es posible empatizar con este personaje si alguna vez te has sentido rechazado por el resto de personas, o incluso por tus propios padres, así puedes comprender la sensación triste que envuelve al monstruo. Sin duda, el monstruo es un personaje trágico, su deseo es encontrar a alguien que lo quiera, pero ni siquiera su propio creador lo acepta. ¿Puede una persona convertirse en un monstruo cuando la sociedad la rechaza, cuando nadie le da el cariño o siente amor por ella? ¿Convierte esta sociedad al individuo en un asesino? A lo largo de la historia siempre ha habido rechazo social (ya sea por motivos de raza, orientación sexual, estatus social o aspecto físico), lo que ha creado grandes conflictos en los que murieron miles de personas.
Resultado de imagen de rechazo El no aceptarnos los unos a los otros lleva a la autodestrucción. Victor Frankenstein, al crear y abandonar al monstruo, lo lleva a un paso más cerca de convertirse en la mano vengadora que destruirá su vida, por lo tanto, Frankenstein es su propio asesino (y a la vez, nos recuerda una moraleja: que no se ha de jugar con el orden natural).


Resultado de imagen de werther lotteAhora, me gustaría hacer una comparación entre la figura de Werther y la del monstruo creado por el doctor Frankenstein. Ante el rechazo inicial que lo convierte en monstruo, el sujeto intenta liberarse de esa marca mediante la empatía con otros individuos que puedan salvarlo del aislamiento. La verdadera posibilidad del monstruo para abandonar su condición es la de encontrar un semejante que conforme junto a él una suerte de especie en miniatura. La búsqueda de la criatura de una compañera y la obsesión de Werther por Lotte se explican por esta necesidad última de encontrar un semejante, una vez todo resto de sociabilidad ha sido descartado. Para mostrar la elaboración de estos monstruos ambos textos precisan situarlos en una suerte de estado de naturaleza (sea este ingenuo o sentimental) para desarrollar cómo el sujeto y la sociedad se van oponiendo paulatinamente. 
Entonces vemos aquí la influencia de las ideas del filósofo Jean-Jacques Rousseau, que explica, como hipótesis de trabajo, cómo sería la convivencia en sociedad antes de un pacto (contrato social), el posible estado de naturaleza, y explica cómo se vive en sociedad tras ese pacto.

Resultado de imagen de mary shelleyEs sorprendente pensar que esta novela fuera escrita por una joven muchacha de 18 años. En 1816 ella y su marido, el poeta inglés, Percy Shelley, se escaparon de Londres y se instalaron junto a Lord Byron y John Polidori en Suiza. En una noche de junio, Lord Byron sugirió un pequeño juego: las personas presentes tenían que escribir una historia de terror. Es aquí donde nacen dos novelas que marcaran la historia: El Vampiro, escrita por John Polidori, y Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley. Aunque John Polidori marcaría la existencia de la literatura de vampiros y por ende daría lugar a novelas como Drácula de Bram Stoker, sería el Frankenstein de Mary Shelley la novela que sería recordado para la posterioridad como una de las novelas fantásticas más influyentes en la historia. Frankenstein saldría por primera vez en 1818 sin firma, ya que no se consideraba de buen gusto que las mujeres se dedicasen a la literatura, y en una segunda edición, la de 1822, Mary Shelley sería finalmente conocida como la autora.





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