Pasaremos hoy a ver cómo de un poema tan lindo como el de William Blake, con un mensaje tan claro y directo podemos crear otro de un estilo totalmente distinto. Para ello, Luisa nos aconsejó utilizar el método de Queneau, que consiste en cambiar todos los sustantivos del poema por otros con los que no mantengan ninguna relación. Para ello, se coge uno de los sustantivos y se busca en el diccionario y, a partir de él se cuentan siete sustantivos hacia abajo y reemplazamos el del poema por el séptimo sustantivo que hemos encontrado. Subrayo sustantivo porque, yo la primera, contamos siete palabras, da igual su categoría gramatical. Pues no, hay que fijarse bien en que sean sustantivos.
Pues bien, después de esto, aquí tenéis mi resultado:
WILLIAM BLAKE
Ver el mundo en un grano de arena
Y el paraíso en una flor silvestre
Sostener el infinito en la palma de la mano
Y la eternidad en una hora
Ver el muñeco en una grava de aerómetro
Y el paramecio en un floreo silvestre
Sostener la inflexión en el palmo de la mansedumbre
Y el étimo en un horizonte
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